Área Terapéutica:
Ginecología
Registro Sanitario:
JARIT 200 MG: 921-MEE-0415 / JARIT 100 MG: 1437-MEE-0915
Dosificación:
La pauta posológica se deberá establecer de acuerdo a los niveles plasmáticos hormonales de cada paciente.
VÍA ORAL: La posología media será 200 a 300 mg de progesterona por día (es decir 200 mg por la noche, al acostarse ó 100 mg por la mañana y 200 mg por la noche, al acostarse).
En las Insuficiencias lúteas (irregularidades del ciclo, síndrome premenstrual,
premenopausia) el tratamiento será utilizado 1 O días por ciclo, normalmente desde el día
17° hasta el 26° ambos inclusive, a razón de 200 a 300 mg al día. Como complemento del tratamiento estrogénico en la menopausia en mujeres no histerectomizadas, la progesterona será asociada durante las dos últimas semanas de cada secuencia mensual de tratamiento estrogénico, siendo la posología de 200 mg por día. A continuación se instaurará una pausa de una semana en la que no se administrará tratamiento hormonal sustitutivo alguno y en el curso de la cual es habitual observar una hemorragia de deprivación. Otra posible pauta de tratamiento con dosis baja, consiste en una toma única por la noche de 100 mg a lo largo de la duración del tratamiento estrogénico (21 a 25 días/mes). Este tratamiento permite obtener una amenorrea en la mayoría de los pacientes.
VÍA VAGINAL: Reposición de progesterona en las deficiencias completas de ovarios (donación de ovocitos), como complemento del tratamiento estrogenito apropiado: 100 mg el día 13° y otros 100 mg el día 14° del ciclo de la transferencia. Desde el día 15° hasta el
25° ambos inclusive 200 mg (una toma por la mañana y otra por la noche). A partir del día
26° y si hay embarazo, aumentar 100 mg más al día por cada semana hasta alcanzar un máximo de 600 mg al día repartidos en 3 tomas. Esta posología será continuada hasta el día 60ª. Amenaza de aborto o prevención del aborto reiterado por insuficiencia lútea: 200 a 400 mg al día en dos tomas.
Advertencias:
La progesterona y los progestágenos deben utilizarse con precaución en pacientes con insuficiencia cardiovascular o renal, diabetes, asma, epilepsia y migraña u otros procesos que pueden agravarse por la retención hídrica. También se utilizarán con precaución en individuos con antecedentes de depresión.
La progesterona y los progestágenos no deben administrarse en pacientes con hemorragia vaginal no diagnosticada ni a pacientes con antecedentes o riesgo elevado actual de enfermedad arterial, y en general se evitarán en caso de alteraciones hepáticas, en especial si son graves. A menos que los progestágenos se utilicen como parte del tratamiento de un carcinoma de mama o del aparato genital, no se administrarán a pacientes con estas condiciones.
Aunque los progestágenos se han administrado como tratamiento de apoyo hormonal al principio del embarazo, en la actualidad no se aconsejan en general con este fin y numerosos expertos recomiendan no administrarlos al principio del embarazo.
No obstante, algunos investigadores consideran apropiada la utilización de un progestágeno de tipo progesterona en mujeres con un déficit de la hormona natural. Esta utilización prevendría la evacuación espontánea de un feto muerto, por lo que se requiere una monitorización cuidadosa del embarazo. Los progestágenos no deben utilizarse con fines diagnósticos como prueba de embarazo y no se administrarán en caso de aborto fallido o incompleto
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad conocida a la progesterona o a los componentes de la formulación. La cápsula contiene aceite de Mani y nunca debe ser usada por pacientes alérgicas. Tromboflebitis, trastornos tromboembólicos, apoplejía cerebral o pacientes con una historia pasada de estas condiciones. Disfunción o enfermedad hepática severa. Malignidad sospechada o conocida en senos u órganos genitales. Sangrado vaginal no diagnosticado.
Reacciones Adversas:
La progesterona y los progestágenos provocan alteraciones gastrointestinales, cambios del apetito o de peso, retención hídrica, edema, acné, melasma (cloasma), erupciones alérgicas, urticaria, depresión mental, cambios mamarios, entre ellos malestar o en ocasiones ginecomastia, cambios de la libido, alopecia, hirsutismo, fatiga, somnolencia o insomnio, fiebre, cefaleas, síntomas similares al síndrome de tensión premenstrual y alteración de los ciclos menstruales o hemorragia menstrual irregular. Rara vez se han descrito anafilaxias o reacciones anafilactoides. Pueden observarse alteraciones del perfil lipídico y raras veces alteraciones de las pruebas de función hepática e ictericia. Después de la administración rectal puede aparecer dolor, diarrea y flatulencia. Tras la utilización parenteral se han observado reacciones en el lugar de la inyección.
Los efectos adversos varían según la dosis y tipo de progestágeno, Así, los efectos androgénicos como el acné o el hirsutismo son más probables con los derivados de la nortestosterona, como la noretisterona y el norgestrel. Estos derivados también tienen mayores probabilidades de afectar negativamente a los valores séricos de lípidos. Al contrario, los efectos adversos sobre los lípidos séricos son menos probables con el gestodeno y el desogestrel, pero estos dos fármacos se han relacionado con una mayor incidencia de tromboembolia que la noretisterona y el norgestrel cuando se utilizan en anticonceptivos orales combinados. Las dosis elevadas de progestágenos como las utilizadas en el tratamiento del cáncer también se han asociado con tromboembolia. La hemorragia uterina por deprivación es más frecuente con anticonceptivos orales unitarios sólo con progestágenos que cuando los progestágenos se utilizan para los trastornos menstruales o como parte del THS menopáusico.
Cuando se administran durante el embarazo, algunos progestágenos causan virilización de un feto de sexo femenino. Este efecto parece asociarse con los progestágenos con una actividad androgénica más pronunciada como la noretisterona; la progesterona y sus derivados, como la dihidrogesterona y la medroxiprogesterona, no parecen asociarse con estos efectos.
Interacciones:
Los fármacos inductores enzimáticos como carbamazepina, griseofulvina, fenobarbital, fenitoína y rifampicina aumentan el aclaramiento de la progesterona y de los progestágenos. Es probable que estas interacciones disminuyan la eficacia de los anticonceptivos unitarios con progestágenos solos, por lo que se recomiendan medidas anticonceptivas adicionales o alternativas.
La aminoglutetimida reduce de manera importante las concentraciones plasmáticas de
acetato de la medroxiprogesterona y el megestrol, posiblemente a través de un efecto inductor enzimático hepático; es probable que se requiera un aumento de la dosis del progestágeno.
Dado que la progesterona y otros progestágenos influyen en el control glucémico, es posible que se requiera un ajuste de la dosis de los hipoglucemiantes orales. Los progestágenos inhiben el metabolismo de la ciclosporina, lo que produce un aumento de las concentraciones plasmáticas de este inmunosupresor y del riesgo de toxicidad.
Esta información NO tiene como objetivo la orientación a la utilización de medicamentos, ni reemplazar o modificar las recomendaciones recibidas del médico tratante, ya que solo incorpora la relación de productos y presentaciones aprobadas por la autoridad del país.